jueves, 18 de marzo de 2010

Infarto

Él siempre ha estado en mis sueños, el chico con la mirada perdida.
Nunca he podido verlo directamente a los ojos. Sus ojos no existen, todo el pasado que ha presenciado ha arrancado sus ojos.

Un día él dejo de aparecerse en mis sueños y nos encontramos en persona por casualidad de lo que no encuentro otra palabra más que destino. La sensación de que yo lo conocía con anterioridad estuvo presente en todo momento pero intenté ocultarla por si él no sentía lo mismo.
Con el paso de las semanas poco a poco fue dominando mi vida, ya no sólo era dueño de mis sueños involuntarios, sino que también en el mundo real formaba parte de emociones que no se pueden describir con lápiz y papel.

Yo me encontraba listo para compartir un lado de mi vida con él. Mientras lo esperaba debajo de la sombra de un árbol sentía como mi corazón poco a poco se aceleraba, eso siempre pasaba minutos antes de su llegada.
Hice un pequeño gesto de sonrisa característico en mí. Y así fue como lentamente vi su sombra acercándose. El tiempo parecía dar brincos entre el mundo real y los sueños.

Al encontrarse justo enfrente de mí, estiró su brazo con la palma abierta. Sin pensarlo más puse mis dedos junto a los suyos. Ahí comenzó el fin.
Lo colorido del mundo desapareció para tornarse negro. Las ramas que se encontraban justo arriba de nosotros ardían en fuego creando unas hojas en un tono rojizo irreal.
Al ver todo lo que sucedía voltee para ver su mirada por primera vez, sus ojos se encontraban llenos de rasguños y por primera vez noté las cicatrices de su cara.

El mundo se acaba y él sonreía.
Intenté gritar y detener la escena que acontecía, pero mis esfuerzos se resumieron a un susurro que exhalaba mientras la vida salía de mi cuerpo. Mi corazón no resistió más y dejo de latir súbitamente. Desvanecí en no más de 10 segundos, en los cuales lo último que recuerdo es que me preguntaba qué es lo que había sucedido, no pude razonar claramente ya que me encontraba perdido en su mirada, la mirada de aquel chico desconocido que se comió mi vida.

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Muchas gracias Luis por ayudarme con este trabajo.
Intentado enseñarme a usar tu cámara, a pesar de que la mayoría de las fotos salieron barridas y desenfocadas.
Al permitirme rayarte la cara y dejarme capturar parte de tu esencia.
Te quiero.

Muchas gracias a todos los que comentaron la entrada pasada, fueron palabras muy significativas y agradezco que se tomen unos minutos para leer mis textos mal redactados. Espero subir algo nuevo cada vez más seguido :)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

OMFG!!!!!!!!
lo adoro!!!
por completo!
tu texto
las fotos
todo!
oh por buda, ra, alá, tláloc, shiva y sus orgipornopartyfests!!!!
te adoro!!!
a ti y a tu blog!
<3

Anónimo dijo...

NO MA!! me encantoo!!!!! el escrito, me encanto la sesion de fotos!!
me has alegrado este puto jueves!! jejeje t kiero

Anónimo dijo...

uhhh que buena ondaaa :)
yo quiero que alguien se coma mi vidaaa
esta super chingon lo que escribiste
me alegra saber ke ya tienes musaaa mi corazón!
te amu

Anónimo dijo...

prueba con una cámara vieja

la más vieja que encuentres..

Anónimo dijo...

grrr!! Me agradó.. auqnue se comieron tu vida!! :D
sisisisisiiii!!
bueno buieno
mucho que no me rolaba por estos laresines.. !!
y las fotos.. son buenas.. y tienen razón prueba con una muuy vieja, salen geniales!
atte. karen :D